The studio is buzzing with energy as Stephen Colbert introduces his next guest. Salma Hayek enters the stage and sits on the couch as the audience applauds enthusiastically. “Salma Hayek is here, ladies and gentlemen,” Stephen announces with his signature smile.
Actress, producer, activist, and one of the most influential people in Hollywood. Thank you for having me, Stephen, Salma responds warmly. Salma, I have to ask you about your latest project. You were filming in Mexico recently, right? Yes. We just wrapped an amazing production in Mexico City and Oaxaca. Mexico. Okay.
I have to be honest with you, Salma. When I think of Mexico, I think of trouble, crime, cartels, poverty. Isn’t it dangerous to film there? Salma’s smile vanishes instantly. Stephen, you just reduced my entire country to crime and poverty. Well, that’s what we see on the news all the time.
The firmness in Salma’s voice silences the entire studio. “I need you to stop right there before you dig that hole any deeper.” Steven blinks, surprised by the change in tone. “Salma, I was just… You were just insulting 130 million people on national television, reducing 3,000 years of civilization to tabloid news stereotypes.”
I didn’t mean to offend. Intentions don’t matter as much as impact, Stephen. And the impact of your words is to perpetuate exactly the kind of ignorance that harms my country every day. Salma leans forward, her presence completely dominating the space. Let me educate you about the Mexico you clearly don’t know.
The real Mexico, not the one CNN shows you for two minutes when they need a scary story. Stephen is quiet, visibly nervous. Mexico is the 15th largest economy in the world. Bigger than Spain, bigger than Australia, bigger than the Netherlands. We’re members of the G20. That sounds like a failed state to you, but I’m not finished.
Mexico is the largest car producer in North America. We produce more vehicles than the United States. When you buy a BMW, a Mercedes, an Audi, there’s a high probability it was assembled in Mexico by highly skilled Mexican engineers. Salma stands, needing the space to express her passion.
We are world leaders in aerospace production. Boeing, Airbus, Bombardier—they all have plants in Mexico. The parts of the plane you flew on to get to this studio were probably manufactured in Querétaro or Mexicali by Mexican workers. I didn’t know that. Of course you didn’t. Because it’s easier to repeat stereotypes than to investigate reality. Let me continue educating you.
He walks to the front of the stage, addressing the cameras as much as Stephen. Mexico City, the dangerous place where I filmed, has more museums than almost any other city in the world. Over 150 museums. Stephen. The National Museum of Anthropology is considered one of the best on the planet.
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The Palace of Fine Arts is an architectural gem with works by Diego Rivera, Siqueiros, and Orozco. Her voice is filled with controlled emotion. Mexico has 35 UNESCO World Heritage sites. The United States has 24. Canada has 20. Do you understand what that means? It means that the world recognizes that Mexico has cultural, natural, and historical treasures so important that they must be protected for all of humanity. Salma.
Clearly, Mexico has much more. Don’t interrupt me because I haven’t finished explaining the magnitude of your ignorance. Stephen sinks a little in his chair. Let’s talk about culture. Pablo Neruda won the Nobel Prize in Literature. Octavio Paz won the Nobel Prize in Literature. Carlos Fuentes revolutionized Latin American literature.
Juan Rulfo wrote Pedro Páramo, one of the most influential novels of the 20th century. All Mexicans. Salma returns to the sofa but doesn’t sit down, remaining standing with authority. In film, Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro, and Alejandro González Iñárritu. All three have won multiple Oscars for best director. Emmanuel Lubezki won three consecutive Oscars for cinematography.
All Mexicans, Stephen, all trained in Mexican film schools—that’s incredible—and in science. Mario Molina won the Nobel Prize in Chemistry for discovering the hole in the ozone layer. His research helped save the planet. Luis Miramontes invented the birth control pill, revolutionizing the reproductive freedom of millions of women.
Guillermo González Camarena invented color television. You’d be doing this show in black and white without him. Stephen is visibly shocked by all this information. But let’s talk about what you actually said. You said it’s dangerous. Do you know what’s truly dangerous, Stephen? Ignorance, the perpetuation of stereotypes that paint an entire country with a single brushstroke.
Salma finally sits down, but her intensity doesn’t diminish. Yes, Mexico has problems with drug cartels. And do you know why those cartels exist? Because the United States consumes the drugs. The demand is here. The weapons the cartels use are bought in the United States and smuggled into Mexico.
Esto es un problema creado y perpetuado por la relación entre ambos países. Ese es un punto válido. No es solo un punto válido. Es la realidad que los medios estadounidenses convenientemente ignoran cuando quieren hacer de México el villano. Es más fácil culpar a México que admitir la responsabilidad compartida. se inclina hacia delante y mientras los noticieros muestran las partes violentas de México, nunca muestran las otras realidades, nunca muestran a San Miguel de Allende, nombrada la mejor ciudad del mundo por travel más Leisure múltiples veces.
Nunca muestran a Oaxaca con su increíble cultura indígena y gastronomía. Nunca muestran a Guanajuato con su festival cervantino, uno de los eventos culturales más importantes de América Latina. Deberían mostrar esas cosas, pero no lo hacen porque el miedo vende Stepen y es más fácil vender miedo que vender la verdad compleja.
La verdad de que México es un país de 130 millones de personas, la mayoría viviendo vidas normales, trabajando duro, criando familias, contribuyendo a sus comunidades. Salma se pone de pie otra vez, su energía llenando el estudio. Déjame contarte sobre la gastronomía mexicana. Es patrimonio cultural inmaterial de la humanidad de UNESCO, una de solo tres cocinas en el mundo con esa distinción: Francia, Japón y México.
Esa es la compañía que mantenemos. Me encanta la comida mexicana. No te encanta Chipotle. Eso no es comida mexicana. La comida mexicana real es mole poblano con más de 30 ingredientes que toma 3 días preparar. Es cochinita pibil de Yucatán cocinada en horno subterráneo. Es chiles ennogada que solo se hacen en septiembre con ingredientes de temporada específicos.
La pasión en su voz es contagiosa. Es pozole, un platillo que se remonta a los aztecas. Está mal es que varían en cada región, cada estado con sus propias técnicas transmitidas por generaciones. Esto no es comida rápida, Stephen. Esto es arte culinario con historia de milenios. Claramente hay mucho que no sé, hay muchísimo que no sabes y eso sería perdonable si no hubieras hecho esos comentarios tan irresponsables, porque tú no eres una persona random stepen, tienes una plataforma de millones de espectadores. Cuando tú dices algo,
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import influencia como la gente piensa. Salma camina hacia Stepen. Cada vez que alguien con tu alcance reduce a México a crimen y pobreza, estás afectando vidas reales. Estás afectando cómo los méxicoamericanos son vistos en este país. Estás afectando el turismo que México necesita. Estás perpetuando prejuicios que hacen daño a comunidades enteras. Tienes toda la razón.
Y déjame contarte algo personal. Yo crecí en Coatsacalcos, una ciudad en Veracruz. Mi padre era ejecutivo de una compañía petrolera. Vivíamos una vida de clase media completamente normal. Iba a la escuela, jugaba con mis amigos, íbamos al cine, visitábamos a mi abuela los domingos. La vulnerabilidad en su voz es evidente.
Cuando me mudé a Los Ángeles para perseguir mi sueño de actuar, la gente me hacía preguntas ridículas. Me preguntaban si teníamos electricidad en México, si usábamos zapatos, si sabía leer, como si viniera de algún país del tercer mundo sin infraestructura básica. Eso es terrible. Y cuando finalmente conseguí papeles eran de Mucama, de prostituta, de la mujer exótica y salvaje, porque eso es todo lo que Hollywood puede imaginar cuando piensa en mujeres mexicanas.
Tuve que pelear por cada papel que mostrara complejidad, inteligencia, humanidad real. Salma regresa al sofá y finalmente se sienta. Por eso me convertí en productora. Produje Frida porque nadie más lo haría. Todos decían que una película biográfica sobre una artista mexicana no sería rentable, que nadie en Estados Unidos sabía quién era Frida Calo y tuve que demostrarles que estaban equivocados.
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¿Y lo lograste? Lo logré porque me negué a aceptar las limitaciones que otros ponían en las historias mexicanas. Frida fue nominada a seis Ócars. Fue un éxito de taquilla. Introdujo a Frida Calo a una audiencia global, pero tuve que pelear cada paso del camino contra gente que no creía que las historias mexicanas importaban.
se inclina hacia delante, mirando directamente a Stepen. Y ahora, años después de todo ese trabajo, todavía tengo que sentarme en shows como el tuyo y escuchar comentarios que reducen mi país a estereotipos. Todavía tengo que educar a gente que debería saber mejor. Todavía tengo que defender la dignidad de México. Salma, te debo una disculpa profunda.
No me la des a mí. Dásela a los 40 millones de méxicoamericanos en este país. Dásela a los 130 millones de mexicanos en México. Dásela a todos los que acabas de insultar con tu ignorancia. Casual. Stepen se gira hacia las cámaras. Su expresión seria. Tienen razón todos. Fui completamente ignorante e irresponsable. México no es lo que dije.
Es mucho, mucho más. Y no tengo excusa para perpetuar estereotipos dañinos cuando tengo todos los recursos del mundo para educarme mejor. Esa es una disculpa apropiada, dice Salma. Pero las disculpas sin cambio real son vacías. ¿Qué puedo hacer para cambiar realmente? Primero, edúcate. Lee Historia mexicana de fuentes mexicanas.
Ve películas mexicanas, no solo las que Hollywood distribuye. Escucha música mexicana más allá de mariachis turísticos. Aprende sobre la complejidad real de México. Lo haré. Segundo, usa tu plataforma responsablemente. Trae invitados mexicanos que puedan hablar sobre diferentes aspectos de México. Científicos, artistas, empresarios, académicos.
Muestra la diversidad real de mi país. Lo prometo. Y tercero, cuando hables de México en el futuro, recuerda que estás hablando de un país con miles de años de historia. con una cultura increíblemente rica, con gente trabajadora y talentosa. No es perfecto, ningún país lo es, pero merece respeto, no reduccionismo. Stephen asiente solemnemente.
I’m going to do all that and more. I’m going to organize a trip to Mexico—not to Cancún, but to experience the real country—and I’m going to document it honestly. I’d like to see that, Salma says. Her expression softens slightly. One more question, if I may. Why is it so important for you to defend Mexico in this way? Salma smiles for the first time since she began her answer.
Because Mexico made me who I am. My country gave me my identity, my strength, my perspective on the world. Everything I’ve achieved is rooted in the education I received, the values I was taught, and the culture that shaped me. It’s beautiful. And because I know there are millions of Mexican-American children watching American television and absorbing messages about their heritage.
I want those children to know that Mexico is extraordinary, that they should be proud of their roots, that their culture is rich, valuable, and worthy of celebration. Let’s stand for one last time. I will not allow anyone, not even someone as famous as you, Stephen, to reduce my country to a stereotype without confronting them. Mexico deserves better.
Mexicans deserve better. The audience erupts in applause. It’s not just entertainment, but recognition and respect. When the show ends, the clip instantly goes viral. 200 million views in a week makes it the most-watched moment in the late-night show’s history. The comments are overwhelming.
Salma Hayek just made history. This should be mandatory in every school. Finally, someone is defending Mexico with the dignity it deserves. I knew nothing about this regarding Mexico. Thank you, Salma. A week later, Stephen dedicates his entire monologue to Mexico. He presents facts, data, and images of the country’s cultural and natural beauty.
It’s educational, respectful, and humble. Salma Hayek taught me a lesson I’ll never forget. Mexico isn’t what stereotypes suggest. It’s an extraordinary country that deserves our respect and admiration. Two months later, she keeps her promise. She travels to Mexico for two weeks, visiting cities, meeting people, and learning about the real culture.
Each episode of the special is deeply respectful and educational. In Mexico, the impact is transformative. Salma becomes a national hero. Her passionate defense of the country resonates deeply. Tourism from the United States increases. Perceptions begin to change. Months later, Salma and Stephen meet again. The respect between them is palpable.
“Thank you for that difficult but necessary lesson,” Stephen says. “Thank you for having the humility to learn,” Salm replies. They embrace genuinely. And that’s how a moment of ignorance became a historic moment of education, a moment where dignity triumphed, where truth overcame stereotypes, where a Mexican woman defended her country with such passion and eloquence that she changed perceptions forever. Yeah.
